El aymara marca la posesión mediante sufijos. Por ejemplo:
Khayaxa qarwajawa
Aquella es mi llama
Donde -ja es el posesivo "mi".
Pero en una oración mucho más explícita se podría tener:
Khayaxa nayana qarwajawa.
Aquella es mi llama.
En esta estructura se puede apreciar el sufijo -na que expresa pertenencia "de".
El sufijo -na se adhiere al poseedor y el sufijo -ja al objeto poseído. Veamos una tabla para las cuatro personas gramaticales del aymara.
POSEEDOR OBJETO POSEÍDO TRADUCCIÓN
Naya-na qarwa-ja-wa Es mi llama
Juma-na qarwa-ma-wa Es tu llama
Jupa-na qarwa-pa-wa Es su llama
Jiwasa-na qarwa-sa-wa Es nuestra llama
Una traducción muy precisa sería:
Naya-na (de mi) qarwa-ja-wa (mi llama es)
Juma-na (de mi) qarwa-ma-wa (mi llama es)
Jupa-na (de mi) qarwa-pa-wa (mi llama es)
Jiwasa-na (de mi) qarwa-sa-wa (mi llama es)
Se puede notar la redundancia de la posesión, pero que al traducir es innecesaria. Por tanto, no se quiera forzar una traducción "precisa".